jueves, 1 de mayo de 2008

Padres adoptivos

Como comentaba en "R", es buena hora de que vayan saliendo a relucir nuestros "padres adoptivos", los que nos ayudaron a trazar el camino hacia Santa Cruz de Velaan, los que inspiraron episodios inolvidables de "globalizaciones despacias" en lugares recónditos y alejados, los que simplemente sirvieron de excusa para salir una tarde de "exposición fotográfica" y empalmar con una noche de fiesta de las de "bombin" y su caja de CDs, etc, etc, etc. Y la cuestión es que, a menudo, estos padres parecen estar hermanados-aunque no compartan apellidos- y pudiera parecer que unos llevan maléficamente a otros. Y este es el caso de Marías y Benet, del que leo y leo encantado últimamente.
Para hacernos idea de qué clase de tipos estamos hablando, reproduzco aquí una memoria de Marías a cerca de Benet:
"Tanto Juan Benet como Juan García Hortelano me dijeron haber visto al diablo... Benet lo contó nada más suceder, sin hacerse a penas de rogar: se disponía a cruzar la Castellana por un paso de peatones cuando le extrañó que, con el semáforo en verde para los automóviles, no viniera ni uno; pisó la calzada para otear mejor, y cuando iba a pasar en rojo sin esperar más, se quedó paralizado por la visión de quien se le venía encima a enorme velocidad, a saber: una hermosa mujer a horcajadas de una moto de gran cilindrada, con una chupa o zamarra abierta y los pechos al aire. Dió un paso atrás, sólo uno, y la cabalgadura le rozó los muslos. "Era el Diablo, lo sé bien", decía".
Quizás el Duque de Mercurio, más acostumbrado al mundo de los cueros negros, los flecos y las tachuelas-en referencia al moticiclismo, no al sadomasoquismo- pueda aportarnos algo de luz sobre este pasado suceso y sus consecuencias. Yo de momento sólo me atrevo a recomendaros la lectura de Juan Benet, de la que nunca os arrepentiríes ("Otoño en Madrid hacia 1950)

3 comentarios:

A las 3 de mayo de 2008, 12:30 , Blogger Duque de San Chorlo ha dicho...

Empecemos a reservar mesa a cada uno de estos Santos Patrones de Velaan. Por supuesto la de Marías estará bien cerca del escenario y será atendida por nuestros mejores condottieri.
Nos sentaremos de vez en cuando con cada uno de nuestros invitados para que se sientan como en su Reino.

 
A las 5 de mayo de 2008, 16:38 , Blogger Duque de Mercurio ha dicho...

Querido Duque de Marmarosa, espero no perturbar el aprecio que creo tienes por mi persona si te admito que, yo también he experimentado con el diablo.
Y además, como Juan, también lo ví motorizado, debe ser que va a toda prisa a los lugares donde hacer sus fechorías o bien huye cual alma poseída por si mismo de los sitios donde ya las cometió.
El caso, es que en mi caso, no iba con casco, sino sobre cuatro ruedas y me perseguía, creo adivinar como relata Marías, a altas horas de la noche, sino ya de madrugada, y a gran velocidad.
Yo, en mi encuentro, debo igualmente agradecerme tanto el encontrar un muro de hormigón, por un lado, de un metro de altura que evitara la fricción del fuselaje de su auto contra mis muslos, tanto como el de castigarme, por otro, por no saber que por su otra cara medía dos más y terminaba al mismo tiempo bajo unas zarzas.
El caso es que gracias al poderme refugiar tras el concreto pude observar, aunque no sin grandes dificultades, los tres últimos caracteres de la matricula del vehículo en el que me perseguía el diablo, ó por lo menos eso creí yo en ese instante, y que si bien no recuerdo exactamente si por este orden eran: d s l.
Quizás el diablo condujese un vehiculo dotado de motor diesel.
¿Quién sabe?, pero era el diablo, lo sé bien.
Lo bien cierto es que esa noche yo también ví y finté al diablo, y que bajo las zarzas desperté a las horas de un sueño que aún recuerdo y que me costó algún que otro período de magulladuras por todo el cuerpo.
Si bien, quisiera también proporcionarte la experiencia motociclística que me requieres conocedor de mi cariño por tales vehículos, debo defraudarte en este caso manifestándote que desafortunadamente por mi parte no he podido disfrutar del inmenso placer de encontrarme con una diabla de la guisa como la que le relató Benet a Javier y que desde este momento y desde este blog animo a todas las mujeres motociclistas a experimentar en sus propias carnes y a desplazarse con sus motocicletas por la Castellana ahora que da comienzo la primavera, a horcajadas y con los senos al viento.

 
A las 5 de mayo de 2008, 22:12 , Blogger Duque de Marmarosa ha dicho...

Me sumo a tu ofrecimiento hacia las motociclistas, a excepción de Cristina Almeida-si es el caso que le gusten las motocicletas.
En cuanto a esas misteriosas letras, ¿has valorado la posibilidad de error o falta de memoria exacta al recordar su orden? Un espisodio como el que narras debe dejar temblando hasta las canillas mas musculosas y no sería extraño un desliz. ¿No sería tal vez el orden este otro: LSD?

 

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