domingo, 12 de octubre de 2008

En pequeñas dosis


LUNES

Pero después de todo, no sabemos
si las cosas no son mejor así,
escasas a propósito... Quizá,
quizá tienen razón los días laborables.




Jaime Gil de Biedma.

viernes, 3 de octubre de 2008

Reencuentro


Bienvenido Otoño. Gracias por alejar de Velaan la zanganería que tu enemiga estación veraniega ha inoculado en los Ducados de estas tierras. Diferentes suertes nos han llevado útlimamente a un relajamiento excesivo (incluso para la naturaleza despaciosa que nos caracteriza). En el principio del verano se secó definitivamente una de las fuentes que regaba los jardines del Reino desde su fundación, dejando que el polvo se acumulara en las posesiones del Ducado de Erlantz. Ese espacio permanece aún hoy como un desierto al que nadie osa asomar. Un desierto de arena en un bloque de hielo.
Continuó sin embargo, el ansia de diversión en Velaan. Se organizaron desorganizadamente algunos festines culinarios y por supuesto, se globalizó en escenarios que mostraban elegantes camisas sudadas. Disfrutamos de las celestiales risas de los Duquesitos, que habían borrado de su existencia el recuerdo del esfuerzo escolar, tan limpiamente como un mago hace desaparecer mujeres enteras bajo una sábana. Visitamos Sacrosantos en la oscuridad de la noche rural, tan distinta a esa otra noche que dominamos con mayor destreza.
Y ahora que el calor se esfuma comienzan las visitas de Xirolimba, los secretos encuentros para dilucidar un anárquico futuro en este Reino-Sueño, y algunas aventuras nuevas: conquistar suelos helados, adquirir bellas y elegidas joyas para nuestro Patrimonio, y crecer. Crecer en el paisaje que queda después de una guerra.